La sexta entrega “Misión: Imposible” llega desde hoy a las salas de cine local. Tom Cruise ha asumido esta franquicia basada en la serie de televisión del mismo nombre creada por Bruce Geller y transmitida de 1966 a 1973 y de 1988 a 1990.
Cruise ha tomado esta saga con mucho entusiasmo y este 2018 cumple 22 años en ella. El actor es popular por no usar dobles en muchas escenas de alto riesgo, colgándose en todas las películas de algún cable a gran altura para que el personaje realice una de las imposibles misiones.
En la presente “Mission: Impossible – Fallout”, que ha dirigido Christopher McQuarrie, vivió las consecuencias de este gusto por ser su propio “Stunt Man”, cuando se rompió un tobillo al saltar de un edificio a otro.
Ese momento lo mostró entre risas en el programa de televisión británico “The Graham Norton Show” en un video en el que se aprecia cómo se produce la fractura.
Pero estas hazañas no son nada nuevo para él, y en las anteriores se le puede ver conducir motocicletas a gran velocidad y sin casco protector. En la primera, dirigida por Brian De Palma en 1996, se colgaba de un arnés para robar un disco con nombres de espías en un departameno de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
En las escenas de crédito de la segunda, estrenada en el año 2000 y bajo la dirección de John Woo, se colgaba de una montaña rocosa y salta de un lado a otro, atado con un arnés, claro, pero sin red a una altura de 800 metros. En este salto se dislocó un hombró.
En esa cinta, en la que compartió roles con Thandie Newton, como el interés romántico, y Dougray Scott, como el villano, en la lucha final con este último, Cruise insistió en usar un cuchillo real, el cual fue manipulado extremadamente cerca de uno de sus ojos.
En la cuarta, “El protocolo fantasma” (Mission: Impossible -Ghost Protocol, Brad Bird, 2011) se colgó, corrió y se balanceó por los cristales del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, en Dubai, que tiene una altura de 828 metros.
Pero en donde llegó al límte fue en “Nación secreta” (Mission: Impossible- Rogue Nation, Christopher McQuarrie, 2015), cuando en la escena inicial se colgó, usando solamente un arnés, de un avión que despegó y ascendió con un Tom Cruise al que no le interesó usar efectos visuales para esta parte.
Cruise acepta la “Misión: Imposible 6”
En 1996 se cumplieron 30 años de que la serie de espionaje “Misión: Imposible” inició sus temporadas. Ese año Tom Cruise y Paula Wagner decidieron producir un largometraje para la gran pantalla con Brian De Palma en la dirección.
Veintidós años han pasado y se han realizado seis películas en las que se ha colocado a Ethan Hunt como uno de los íconos del cine de espías de los últimos años, junto a otras sagas del género como Jason Bourne (encarnado por Matt Damon), y el eterno James Bond (Daniel Craig).
Los años de la Guerra Fría vieron el nacimiento de esta serie, creada por Bruce Geller, en la que un grupo de espías desarrollaba misiones imposibles. Uno de los elementos indispensables de esta saga es la música, creada por el argentino Lalo Schifrin, y que es una de las bandas sonoras más conocidas de serie de televisión alguna.
En su versión cinematográfica ha sido vuelta a usar, dándole una mayor fuerza en las nuevas grabaciones.
Algo que ha distinguido a las películas de “Mission: Impossible” es la inconstancia en cuanto a la producción de las primeras tres cintas. Esto porque en la primera fue dirigida por Brian De Palma, y contrario a las que vinieron después, se le dio más importancia a lo intrincado de la trama (en su momento la criticaron por confusa) que a las escenas de acción, que las tiene (la escena del tren y la del robo del disco en la CIA, son un referente).
La segunda, estrenada en el año 2000, trajo la osadía y el riesgo que ha acompañado a la serie desde entonces. Dirigida por John Woo, legendario realizador de filmes de acción policíaco honkonés, puso, al igual que hizo De Palma, su sello personal.
Es por esto que esta contiene elementos propios del cine de Woo, como la ralentización de algunas escenas, las palomas y el uso de pistolas en ambas manos. Funciona más como una historia de romance (el trío entre Cruise, Dougray Scott y Thandie Newton) que servía como un homenaje a “Notorious”, de Alfred Hitchcock.
A esta le seguiría “Mission: Impossible 3”, ópera prima de J.J. Abrams (conocido después por ser el director del reboot de “Star Trek” y “Star Wars: Episode VII – The Force Awakens).
Esta es la más oscura de la serie, y pese a que contiene escenas de mucha acción, como la del puente y la Shanghai, el inquietante villano Owen Davian, interpretado por el fallecido Philip Seymour Hoffman, y el McGuffin de la “Pata de conejo”, la relación con la esposa de Hunt, Julia (Michelle Monaghan) son las que realmente mueven la trama.
Luego de esta vendrían dos filmes (“Misión imposible: Protocolo fantasma”, Brad Bird, 2011, y “Misión: Imposible – Nación secreta”, Christopher McQuarrie, 2015) que son los que más han cuidado el sentido de secuencia de la serie, ya que repiten los jefes de la Mission Impossible Force (anteriormente habían sido con actores como Henry Czerny, Anthony Hopkins y Laurence Fishburne) y en las dos últimas ha sido Alan Hunley (Alec Baldwin).
De igual forma el reparto sigue siendo más o menos el mismo desde Ving Rhames, quien junto a Cruise ha estado en todas, repiten Simon Pegg, Jeremy Renner y Rebecca Ferguson.
También el argumento sigue los pasos de El Sindicato, una organización terrorista que funciona como un gobierno mundial en las sombras y que ya había aparecido en la serie de televisión.
El equipo, una constante en el alma de estas películas, aunque sea Tom Cruise el que dé la cara, es igual en las temporadas de las series, que cambiaban constantemente y estaban integradas por agentes de uno y otro sexo. Y, junto con la mencionada banda sonora, las grabaciones con la frase: “Su misión, si usted decide aceptarla”, nunca falta.
La serie que llegó del frío
“Misión: Imposible”, o “Mission: Impossible”, por su nombre en inglés, fue una serie de televisión creada por Bruce Geller, escritor de muchas otros programas, y estrenada en 1966. Con ocho temporadas, fue cancelada en 1973, luego de un exitoso recorrido y de ser presentada en distintos idiomas, incluido español, versión que se trasmitió en nuestro país hace varias décadas, consiguiendo muchos adeptos.
Las series de espionaje tuvieron su apogeo en la década 60, gracias a la Guerra Fría, que mantuvo al mundo dividido en dos desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín, en 1989. El éxito que tuvo la saga de James Bond en el cine movió a que otras producciones para televisión encontraran su espacio en esos años. Entre ellas se pueden destacar “Los vengadores” (Avengers), con Patrick Mcnee y “The Man from U.N.C.L.E.”, entre otras.