La casa de una familia de Carolina del Norte quedó destruida por segunda vez en menos de 20 años debido a las inundaciones producidas por un huracán.
Susan Bostic y su familia reunieron las pocas pertenencias que pudieron llevar y dejaron su casa en Rocky Point, Carolina del Norte, este sábado. Embutieron y cerraron un trailer con camas, sábanas y algunos muebles, junto con otras necesidades como ropa y artículos de aseo personal.
Su objetivo era llegar a un terreno más alto, donde las inundaciones que dejó el huracán Florence no pusieran en riesgo a Bostic, su hijo, su nuera y sus hijos.
Florence llegó cerca de Wrightsville Beach, Carolina del Norte, este viernes como huracán categoría 1. Desde entonces se ha degradado a depresión tropical, pero las autoridades dicen que el peligro aún no ha terminado ya que las inundaciones siguen creciendo.
Hasta el momento, al menos 18 personas han muerto debido a Florence.
Bostic dijo que su familia lo perdió todo cuando el río Cape Fear se desbordó durante el huracán Floyd, en 1999.
“Cuando ocurrieron las inundaciones de Floyd quedé sin nada. Ahora tendré algo para empezar de nuevo”, dijo Bostic el sábado. “Al menos tendré algunos muebles. Tengo pasta de dientes. Ni siquiera tenía eso durante [el huracán] Floyd”.
Bostic dijo el domingo que ella y su familia están a salvo con otros miembros de la familia, pero su casa, que estaba a unos 200 metros de la rivera del río, quedó inundada y el nivel del agua sigue en aumento.
Se espera que el río Cape Fear crezca unos 7 metros este lunes. Eso superaría el nivel récord de crecimiento de 7,1 metros al que se llegó con Floyd.
Bostic y su familia no son los únicos que enfrentan otro daño por inundaciones. Los residentes de Carolina del Norte aún están luchando por construir después de las devastadoras inundaciones producidas por el huracán Matthew, en 2016.